Con sus más de 3.300 empresas, la industria química es uno de los mayores y más consolidados sectores industriales de este país.

Su peso como motor económico de España se traduce en la generación del 5,8% del PIB y del 3,5% del empleo de España, si sumamos sus efectos indirectos e inducidos.

Con una cifra de negocios de 66.500 millones de euros, de los cuales casi el 60% se facturan en mercados exteriores (hasta los 38.500 millones de euros) y un peso creciente en países de fuera de la Unión Europea, el sector químico es el 2º mayor exportador de la economía española, solo detrás del automóvil.

El sector químico es, además, ejemplo de una industria sólida en la generación de empleo de una elevada de calidad en términos de salario y estabilidad, pues proporciona empleo directo a 205.200 personas, cifra que supera los 700.000 si contamos los empleos indirectos e inducidos. Con un sueldo medio de 37.500 euros y el 93% de contratos indefinidos.

La industria química es líder también en Innovación. El año pasado se destinaron más de 2.800 millones de euros a I+D+i, lo que supone una cuarta parte del total de la inversión privada en esta área. Asimismo, uno de cada cinco investigadores del sector privado, es contratado por la industria química para ejercer su profesión.

Otro de los principales rasgos del sector es su carácter transversal, pues interviene en prácticamente todas las cadenas de valor de las industrias manufactureras. El 98% de las actividades productivas requieren de la química en algún punto del proceso de fabricación, ya sea en los campos de la salud, el consumo, la movilidad, la construcción, la alimentación, o la energía, por lo que su demanda es siempre derivada. De ahí, que se trate, sin lugar a dudas, de una industria esencial y estratégica para garantizar el funcionamiento y desarrollo de nuestra sociedad actual.

Con sus más de 3.300 empresas, la industria química es uno de los mayores y más consolidados sectores industriales de este país.

Su peso como motor económico de España se traduce en la generación del 5,8% del PIB y del 3,5% del empleo de España, si sumamos sus efectos indirectos e inducidos.

Con una cifra de negocios de 66.500 millones de euros, de los cuales casi el 60% se facturan en mercados exteriores (hasta los 38.500 millones de euros) y un peso creciente en países de fuera de la Unión Europea, el sector químico es el 2º mayor exportador de la economía española, solo detrás del automóvil.

El sector químico es, además, ejemplo de una industria sólida en la generación de empleo de una elevada de calidad en términos de salario y estabilidad, pues proporciona empleo directo a 205.200 personas, cifra que supera los 700.000 si contamos los empleos indirectos e inducidos. Con un sueldo medio de 37.500 euros y el 93% de contratos indefinidos.

La industria química es líder también en Innovación. El año pasado se destinaron más de 2.800 millones de euros a I+D+i, lo que supone una cuarta parte del total de la inversión privada en esta área. Asimismo, uno de cada cinco investigadores del sector privado, es contratado por la industria química para ejercer su profesión.

Otro de los principales rasgos del sector es su carácter transversal, pues interviene en prácticamente todas las cadenas de valor de las industrias manufactureras. El 98% de las actividades productivas requieren de la química en algún punto del proceso de fabricación, ya sea en los campos de la salud, el consumo, la movilidad, la construcción, la alimentación, o la energía, por lo que su demanda es siempre derivada. De ahí, que se trate, sin lugar a dudas, de una industria esencial y estratégica para garantizar el funcionamiento y desarrollo de nuestra sociedad actual.